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Su figura se desdibuja entre las cuadrículas de las mesas alineadas. Desde el fondo del auditorio, parece navegar sobre un pequeño lago de computadores personales, teléfonos inteligentes y tabletas iluminadas. Los carteles institucionales y los presurosos taconeos de las relacionistas públicas del taller no la distraen.  Revisa, una y otra vez, qué sucede en Internet.

 

Albertina Navas, directora de la Maestría en Periodismo de la UDLA, finalmente, la presenta y se incorpora. No hay nada estridente en su vestuario cómodo ni en su melena de rizos. Lo que cautiva, inicialmente, es la calidez de su voz, con un leve acento limeño.  Después, emerge la pasión que no le abandona en toda la jornada.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Carga consigo un atado de experiencias como docente, periodista y encargada de redes sociales. Pero ella es una evangelista.  Camina entre las miradas arrobadas y predica la buena nueva de la tecnología. Reconoce, en los asistentes al taller, esos ojos ávidos que ya ha visto en su natal Perú. Ahora es Ecuador. Antes estuvo en Argentina, México, Brasil, Chile, Venezuela, Colombia, Paraguay, Guatemala y El Salvador.

 

Recita su credo personal: “Les invito a entender que Internet es una gran comunidad para hacer periodismo”. Cuando las redacciones de medio mundo languidecen por la falta de consumidores, Esther Vargas indica la senda.  Advierte también sobre los falsos profetas, esos que reducen el Community Managers al uso de Twitter y Facebook, cuando su accionar es más amplio. “Tienen que servirle a la gente”.

 

 

 

 

 

 

 

 

Los consejos se mezclan con las preguntas. No es amiga del silencio. Mientras los asistentes hurgan, en busca de cuestiones inteligentes, revisa su celular. Nada se queda sin responder. En su exposición, desliza giros peruanos para garantizar “chamba para todos”. Parece el lema de una campaña política, pero su risa asimétrica desarma los protocolos.

 

Con la tarde, multiplica grupos en Facebook con la gracia de quien sabe escuchar. Sonríe, frunce el ceño, comenta, aconseja, comparte infidencias que pide no revelar en las redes sociales. Halaga las esmeradas presentaciones de algunos grupos. Vibra.

 

Con los aplausos y las fotografías finales, se despide. Insiste en la necesidad de la perseverancia. “Tenemos que insistir hasta que las organizaciones empiecen a pensar en digital”. Recoge todo y sale, entre los últimos asistentes. Parece cansada, pero sus ojos oscuros y aindiados la delatan.

 

Esther Vargas tiene fe. Su buena nueva se difumina en los espacios intangibles de las redes sociales. La profusión de adeptos le otorga esa mirada esperanzada que, después de seis horas de taller, habla por ella.

 

 

Enlaces Relacionados:

 

• Perfil de Esther Vargas

 

• Consejos para Community Managers

Esther Vargas durante el taller sobre Community Manager en UDLA, el 7 de junio del 2014.

© 2014 elaborado por Andrés Jaramillo

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Esther Vargas o la evangelización       en redes sociales

Por: Édgar Cordero / 17 de junio del 2014

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